Quiénes son los 'papables' que suenan en el Vaticano
Desde El Vaticano “Er Cuppolone”, lo llaman con cariño desde hace siglos los romanos. Es la cúpula de 42 metros de diámetro diseñada porMiguel Angel para la Iglesia de San Pedro. Bajo su majestuosa maravilla se susurran decenas de nombres de papables en la víspera del Cónclave que, desde el 12 de marzo, se reunirá para elegir el nuevo gobierno vaticano.
El candidato más fuerte es el italiano Angelo Scola, arzobispo de Milán. Es el peso pesado del poder curial romano. Tiene atrás la influencia de las diócesis de Milán y Venecia. Según el vaticanista italiano de más experiencia, para su elección está trabajando también el histórico secretario de Juan Pablo II, el arzobispo de Cracovia Stanislaw Dziwisz. “Tiene algo que pedirle al nuevo papa: la inmediata canonización del papa polaco”, asegura el vaticanista.
“Acuérdense de que la Iglesia, después de lo que pasó, necesita un aire nuevo –explica a PERFIL un viejo cardenal–. Lo ideal sería alguien que venga de lejos y que sea considerado un progresista –agrega el cardenal en un susurro–. No importa su origen geográfico, sino que sea alguien bien recibido en el poder curial. Por ejemplo, un brasileño”.
El nombre no es un misterio, se trata del obispo de San Pablo Odilo Pedro Scherer, de 64 años. No es un outsider para la Curia romana: integra el Consejo de los Cardenales para la Vigilancia del Instituto para las Operaciones Religiosas (IOR), el banco del Papa. Representa el ala conservadora de la Iglesia.
Para su candidatura estarían trabajando los cardenales italianos Giovanni Battista Re, Giuseppe Bertello, Ferdinando Filoni y Tarcisio Bertone. Este último es la persona más poderosa dentro del banco del vaticano. Junto a Scola o Scherer iría el argentino Leonardo Sandri como secretario de Estado.
En una sobremesa del viernes a la noche, después de una divina porción de tiramisú al chocolate, un prelado del norte de Italia sugiere apuntar un detalle: “Acuérdense de las palabras de Joseph Ratzinger, acuérdense del vigor del cuerpo y del alma”. Hay un papable perfecto para asegurar a la Iglesia vigor y fuerza: sería el arzobispo de Nueva York, Timothy Michael Dolan. Tiene 63 años, una sonrisa abierta y fama de gran energía. Sería la persona ideal para un giro al progresismo. “Demasiado enérgico y autónomo”, susurra el prelado.
De América del Norte también llega el quinto candidato: el canadiense Marc Ouellet. Es un prelado que puede heredar el epígrafe que le puso Ratzinger de “guardián de la ortodoxia”. Prefecto de la Congregación de los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para Latinoamérica, Ouellet es arzobispo emérito de Quebec. Nació en 1944 y está licenciado en Teología Dogmática. En contra tiene la poca ascendencia católica de Canadá.
Todo cuenta para lograr el número mágico de 77 cardenales, los dos tercios de los 115 que gritarán: “Habemus Papam”.
(*) Desde el Vaticano.
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