Arcángel San Gabriel


Este arcángel es el símbolo de la Misericordia, concebido como parte de la Fe Cristiana, aunque también representa al Consuelo y a la Encarnación. Comparte algunas características con el Arcángel San Miguel, puesto que ambos son considerados ángeles del juicio. La Biblia menciona a Gabriel asociado a palabras de gran intensidad como poder, fuerza y enorme. 

La tradición judía hizo hincapié en estos rasgos de San Gabriel, y le atribuye la catástrofe de la ciudad de Sodoma y la destrucción de las huestes Senaquerib. Pero, además, lo rememoran como el arcángel que sepultó a Moisés y como el encargado de marcar con la letra Tau sobre la frente del elegido, según Ezequiel, 4.

Este famoso y poderoso ángel, perteneciente a la tercera jerarquía, sólo es nombrado en dos pasajes, dentro del Nuevo Testamento, aunque no es claro que haya sido él quien apareció ante San José y los pastores, ni que él haya alentado a Cristo en el jardín, tal como supone el himno para Laudes correspondiente al día 24 de Marzo.







LAS APARICIONES BÍBLICAS

Este ser celestial se presenta en propias palabras: Yo soy Gabriel, que asisto a la vista de Dios (Lc, 1, 19), indicando su rango de mensajero de Dios en un nivel diferente al de los Querubines y Serafines, tal como señala Santo Tomás.

También se lo llama Fortitudo Dei (que significa Fortaleza de Dios). Analizando el texto bíblico, encontramos que sólo se mencionan cuatro apariciones de San Gabriel.

En primer lugar, En Dn VIII se explica la imagen del carnero junto al macho cabrío, presagiando la destrucción del imperio persa a manos de Alejandro Magno, y se indica que luego de su muerte el reino sería desmembrado entre sus generales. Uno de estos tiene un hijo llamado Antioco Epifanio.

Por otra parte, en el capítulo IX, después del pasaje en que Daniel ora por Israel, podemos leer que las Sagradas Escrituras explican que aquél varón Gabriel… se me acercó en rápido vuelo para comunicar la secreta profecía acerca de las setenta semanas necesarias para preparar la venida de Jesucristo. Cabe mencionar que en el capítulo X no se aclara si se alude al Arcángel Gabriel, aunque es posible atribuirle la hermosa caracterización que aparece en los versículos 5 y 6.

Por último, Gabriel cobra protagonismo en el Nuevo Testamento, al indicarle a Zacarías el nacimiento del precursor, y en la profecía fundamental ofrecida a María –Madre del Señor– acerca de la venida de su hijo.

Se puede encontrar información adicional fiable acerca de “ángeles” en diccionarios y manuales bíblicos como:
- PUSEY, El Profeta Daniel (Londres, 1868)
- EDERSHEIM, Jesús el Mesías (Londres y Nueva York, 1890), Apéndice. XIII
- H. CROSBY, Miguel y Gabriel en Revisión Homilética (1890), XIX, 160-162
- BARDENHEWER, Mariä-Verkündigung en Bibl. Studien, X, 496 sqq

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