Viaje Astral

Viaje Astral



Desde la antigüedad,
el hombre ha intentado definir un extraño fenómeno, del que casi todas
las culturas nos hablan, pero del que aún hoy día, apenas conocemos su
proceso. Este fenómeno es conocido como “Viaje Astral”, desdoblamiento
astral, proyección astral o también EEAC (Experiencias Exterior Al Cuerpo,
o extra corpórea).



Ya en el antiguo Egipto,
se representaba dicho fenómeno como a un pájaro, el cual poseía un rostro
humano, y al que llamaban “Ba”. Pero no solo en el antiguo Egipto se hacia
referencia al fenómeno del viaje astral, ya que en antiguos escritos hindúes
( upanisad), o pasajes religiosos de la biblia cristiana, como en Eclesiastés
– 12, podemos encontrar claras referencias al viaje astral.


Muchas culturas antiguas,
incorporaron el fenómeno del viaje astral en sus creencias religiosas,
y hasta la biblia cristiana, en el nuevo testamento, lo describe en la
“transfiguración de Jesús”. O como en el caso de los “Chamanes” de la
estepa Siberiana, los “Naguales” de Mexico o los “Jibaros” de la selva
amazonica, donde estos viajes al “mundo de los espiritus”, son realizados
con fines terapeúticos o de clarividencia



¿QUÉ ES EL VIAJE ASTRAL ?


A este respecto, tendríamos
que referirnos a las descripciones realizadas por los parapsicólogos e
investigadores cientificos del tema, por un lado, y a las descripciones
realizadas por los entendidos esoteristas, del otro, ya que mientras los
primeros intentan descubrir el mecanismo físico y psíquico que lo produce,
desde el punto de vista esotérico adquiere una dimensión de tipo espiritual.



Así desde el punto de
vista científico, existen infinidad de investigadores que ya desde el
siglo XIX, han dedicado sus estudios y esfuerzos en conseguir descubrir
una metodología que explicase y demostrase el fenómeno del viaje astral,
llegándose a una definición generalmente aceptada y que vendría a ser
una descripción similar a la siguiente :

“ El Viaje Astral, se produce cuando el cuerpo astral o sutil, se separa
del cuerpo fïsico, sin que para ello sea necesaria una intervención del
cuerpo emotivo ni mediación del cuerpo mental, si bien el estado mental
se hace necesario para su interpretación”.



La situación
descrita, de hecho es similar a lo que se produciría cuando una persona
muere, ya que existen muchos casos de personas que han sufrido una
situación de “muerte clinica”, es decir, que han permanecido muertas
clínicamente durante algunos minutos, y al tomar de nuevo la consciencia
han manifestado este tipo de experiencias, donde se han visto elevados
por encima de su cuerpo físico, a la vez que podian ver y oir todo
lo que ocurria a su alrededor.



No obstante, no es necesario llegar a un estado
de muerte clinica o pre-muerte para poder experimentar un viaje
astral, de hecho el viaje astral se produce de forma natural en
todos y cada uno de nosotros durante el sueño, aunque en este caso
se produce de forma inconsciente.




Pero el viaje astral
o proyección astral, también puede realizarse de forma consciente y controlada,
a este respecto, existen personas que incluso lo llegan a experimentar
de forma espontánea, estando incluso completamente despiertas y sin que
exista un deseo expreso de realizarlo. Paradojicamente, existen personas
que pese a proponerselo e intentarlo por diversos medios, lo único que
consiguen es realizar una “proyección mental”, algo que no debemos confundir
con el viaje astral, ya que mientras que el viaje astral es libre, es
decir, no existe ningún control mental donde la mente o cuerpo mental
pueda tomar ninguna iniciativa, la proyección mental es inducida o provocada,
dirigida hacia objetivos bien claros y definidos, algo que en principio,
quedaba reservado a maestros espirituales, yoguis, misticos y chamanes.



Cuando se produce
una proyección mental, el cuerpo astral es dirigido hacia lugares muy
especificos de la simbologia humana, donde los miedos, prejuicios, preceptos
religiosos y todo aquello que la mente humana tiene asumido como conceptos
morales, adquieren un significado que puede condicionar la existencia
física del individuo, ya que el cuerpo o estado mental permanecerá siempre
junto al cuerpo físico, por lo que en la proyeccion mental, el cuerpo
físico quedará a merced de los deseos del estado mental.



Esta caracteristica
de la proyección mental, es la que hace que sea utilizada junto con el
viaje astral, por los chamanes y personajes similares, a fin de conseguir
un beneficio físico, psíquico, médico, anímico o material para la persona,
ya que al ser originada desde la mente fisica, sus efectos pueden revertir
sobre el plano fisico o material, mientras que en el viaje astral, el
cuerpo sutil o astral se mantendrá conectado con el cuerpo fisico solo
a través de un “cordón de plata” y hasta llegado el momento del regreso
al cuerpo fisico o el momento de la muerte.


Desde el punto de vista de la parapsicologia, el viaje astral es considerado
como el camino que nos posibilita conectar la vida física con el más allá,
pero que sin embargo, no podrá interferir en los aspectos de la vida fisica,
al no posibilitarnos adquirir los conocimientos que pudiesen existir en
el plano astral de forma consciente, es decir, con la intervención del cuerpo
mental, de ahí que sea a través de la proyección mental como se obtengan
los recursos adecuados a nuestras necesidades.



Desde el punto de
vista esotérico, el viaje astral o desdoblamiento astral, puede ser interpretado
como una bilocación y adquiere un concepto totalmente místico y espiritual,
donde el fenómeno es utilizado con fines altruistas o de elevación espiritual,
ya que en este caso, el desdoblamiento o bilocación, consistiría en la
facultad de proyectarse fuera del cuerpo, pudiendo estar en dos lugares
a la vez y en un mismo espacio de tiempo. Tal es el caso de muchos místicos
religiosos, donde a través de la historia, podemos comprobar como han
proyectado su cuerpo en dos lugares a la vez, llegando incluso a ser visualizados
fisicamente. Uno de los casos mejor documentados es el de Santa Agueda,
quien podía proyectar su cuerpo desde el convento de Segovia, donde se
hallaba enclaustrada, y aparecer en Mexico, con el fin de evangelizar
a los indigenas, llegando a hacerles entrega física de los rosarios que
habian sido custodiados en el convento, o el caso de Sant Josep Oriol,
quien era capaz de estar en dos iglesias de Barcelona dando misa a la
vez, así como en la cercana ciudad de Mataró.



Para que se pueda
considerar la experiencia como una bilocación, será imprescindible que
el sujeto en cuestión, sea proyectado dentro del mismo espacio-tiempo,
ya que si la proyección se produjera dentro de otro espacio-tiempo, por
ejemplo, vernos en las pirámides de Gizeh en el antiguo Egipto, estariamos
hablando de un viaje astral.



Como conclusión, diremos
que será un viaje astral cuando este se realiza de forma totalmente independiente
del cuerpo mental, ya que una experiencia mística o espiritual, estaria
condicionada por nuestros aspectos morales y religiosos, afectando al
plano fisico.



¿QUÉ OCURRE
CUANDO SE REALIZA UN VIAJE ASTRAL ?



En primer lugar, cuando realizamos un viaje astral de forma consciente,
es decir, fuera del sueño, lo que se experimenta es la separación del
cuerpo astral, dejando al cuerpo físico totalmente inerte, con apenas
una ligera percepción de las constantes vitales, aunque su estado pueda
confundirse con el del profundo sueño.



Durante el viaje astral,
podrán darse diferentes condiciones que pueden ser interpretadas de acuerdo
a la conciencia del individuo, es decir, podrá
realizar
un tipo determinado de concentración, el cual resultará necesario, aunque
nunca sea imprescindible. También será posible mantener la conciencia
de lo que ocurra alrededor del cuerpo fisico, aunque de igual manera que
lo anteriormente mencionado, no es imprescindible que así ocurra.



Cuando se produce la
separación de los cuerpos astrales y físico, la sensación percibida podrá
variar de unos a otros individuos, si bien existen determinados tipos
de sensaciones que invariablemente se producen.

Así tendríamos que una de las más frecuentes, es la que se
identifica con la sensación de mareo, producido por la sensación de cierto
movimiento o vaivén, aunque también podría ser a causa de una sensación
de auto-giro, similar al que se experimenta en las atracciones de feria.



En cambio existe una
sensación inevitable en todos los casos, nos referimos a la sensación
de elevación, siendo ésta de diferentes formas.

La sensación de elevación
puede producirse a través de ponernos de pie, de cabeza, o en algú caso
de forma total, es decir, ascendiendo como en un globo aerostático.



Una vez se ha producido
la separación del cuerpo astral y sentimos la elevación, lo primero que
observamos es nuestro propio cuerpo físico, ya sea postrado en la cama,
o en cualquier otra posición que hayamos adoptado antes del viaje astral,
así como el entorno donde se encuentre ubicado.



Esta visión resultará
totalmente real, tal como se pueden observar en el plano físico, e incluso
con mucha más vivacidad de colores, ofreciendo un aspecto de mayor realidad
si cabe.



Después de una primera
observación del entorno, el cuerpo astral procederá a experimentar nuevas
sensaciones, como atravesar muros y puertas sin el menor esfuerzo, para
a continuación, salir disparado hacia los confines del universo, o adentrarse
en un espacio-tiempo distinto del que corresponde al plano físico, todo
ello sin que medie el control mental.



COMO REALIZAR UN VIAJE ASTRAL


Existen
diversas formas de realizar un viaje astral, pero debemos de diferenciar
las realizadas de forma involuntaria durante el sueño, de las que se realizan
de forma consciente, mediante una determinada preparación.



Así tendremos que
en el viaje astral de forma consciente, a su vez se utilizan diferentes
técnicas, protocolos o medios de acceso. Tal es el caso de los entendidos
del tema, ya sean hindúes, practiquen Yoga, o sean chamanes.



En el caso más conocido
de los chamanes de Mexico, o los indios Jíbaros de la selva del Amazonas
, se suele utilizar un determinado tipo de drogas alucinógenas, compuestas
en su mayoría por plantas tales como el peyote o la ayahuasca.



A través de la ingestión
de estas plantas, así como una determinada preparación psicológica y física,
el chamán puede realizar el viaje astral de forma controlada, algo que
como hemos visto anteriormente no es lo habitual, ya que en este caso,
lo que se consigue es una proyección del cuerpo mental, dentro del plano
astral, posibilitándole modificar u obtener, la simbología y beneficios,
que a través del plano astral, puede aplicar al plano físico, por medio
de curaciones y visiones del más allá.



Esta metodología está
reservada a las personas iniciadas en dichos temas, pues requiere del
conocimiento del uso de dichas plantas, así como de la preparación adecuada
a nivel físico y psicológico.



En contra de lo que
algunos autores indican, el viaje astral a través del uso de plantas alucinógenas
como el peyote o la ayahuasca, no entraña ningún riesgo físico ni psicológico,
estando limitado su uso solamente a las personas que por motivos de enfermedad
cardiovascular o deficiencias psíquicas, pueden ser objeto de contraindicación,
es decir, que dicho peligro estaría representado solo por la enfermedad
en si, de las personas que la padecen.



Pero para realizar
un viaje astral de forma consciente, existen también otros métodos que
no suponen ninguna complicada preparación ni ingesta de drogas. A este
respecto, vamos a detallar la técnica que usualmente se viene desarrollando
por los más eminentes investigadores y expertos del tema, conocida como
técnica Monroe, por ser Robert Monroe, un investigador estadounidense
de lo paranormal, quien la descubrió en el año 1.958 de manera fortuita,
al intentar solucionar problemas de insomnio.



De acuerdo con la
técnica de Monroe, cualquier persona que lo desee puede realizar un viaje
astral, o EECA ( experiencia exterior al cuerpo, o experiencia extracorporal
) siguiendo los pasos que vamos a enumerar.



Como premisa, aclarar
que el sujeto tiene que estar decidido a llevarla a cabo, y realizar tantas
practicas o intentos como sea necesario, ya que no siempre se consigue
al primer intento.

Para proceder ha realizar
al viaje astral, vamos a precisar de un lugar adecuado donde llevarlo
a cabo. Para ello necesitamos una habitación donde exista un ambiente
cálido, y con luz tenue u oscuro.



Es conveniente llevar
ropas cómodas y ligeras, o si la temperatura ambiente lo permite, incluso
desnudos.



No llevar encima joyas,
ni objetos metálicos.



Una vez comprobadas
las anteriores condiciones, se procederá a iniciar el viaje en si, teniendo
en cuenta las indicaciones siguientes :



Estirarse sobre una
cama o lugar cómodo, que no sea ni demasiado duro , ni demasiado blando,
con la espalda hacia abajo ( en posición supino ), y la cabeza orientada
hacia el norte.



Una vez la persona está cómodamente estirada, procederá a relajarse totalmente,
para lo cual es aconsejable realizar algún ejercicio de relajación a través
de la respiración ( un sistema muy sencillo, consiste en inspirar lenta,
pero profundamente, y de forma rítmica, hasta llenar en primer lugar el
abdomen, luego se continuará hasta llenar los pulmones, para a continuación
y después de esperar unos segundos, expirar por la boca de forma continua,
pero pausada todo el aire, y esperar unos segundos antes de volver a realizar
el proceso ). Lo importante es estar en completa relajación, así que si
el ejercicio de la respiración provoca una distracción, es mejor respirar
de la manera que nos sea más cómoda.



Una vez que se ha
llegado a un estado de total relajación, se procederá a concentrarse en
una imagen simple, sin complicaciones, a fin de poder conciliar el sueño.
Cuando se alcanza el estado de “duermevela” ( ese momento en que no sabemos
exactamente si estamos despiertos o no ), deberemos de relajarnos profundamente,
y sentir que podemos sumergirnos de lleno en la oscuridad que nos envuelve.

Cuando estamos dispuestos para iniciar el viaje, se producen una serie
de vibraciones alrededor del cuerpo, que será la señal de que estamos
preparados. Para lograr percibir estas vibraciones, deberemos de concentrarnos
en un punto imaginario, el cual se encuentre situado a unos treinta centímetros
de nuestro cuerpo. Después y poco a poco, este punto deberá de ir extendiéndose
a una distancia de dos metros y dibujar una línea paralela hasta nuestro
cuerpo. Cuando hayamos conseguido este enfoque del plano, deberíamos de
empezar a sentir las vibraciones, siendo guiadas por todo el cuerpo, desde
los pies a la cabeza. Cuando sintamos dichas vibraciones en el interior
de nuestra cabeza, será el indicativo de que ya estamos listos para emprender
el viaje.



A fín de conseguir
abandonar el cuerpo físico, deberemos de concentrarnos en la idea del
placer que representaría poder flotar, con lo que conseguiremos que en
unos instantes el cuerpo empiece a flotar.

Una vez notemos como
el cuerpo astral está flotando, el viaje habrá comenzado, pudiendo realizar
todas las actividades que anteriormente hemos comentado.

Para regresar al cuerpo
físico, solo es necesario concentrarse en la sensación de fusión con el
cuerpo, aunque algunos autores indican que simplemente con desearlo es
suficiente, o incluso en el hipotético caso de que no resultase, bastaría
con juntar los dedos pulgar, indice y corazón para regresar de forma inmediata.


Para acabar de reseñar las técnicas del viaje astral, decir que como es
logico, cada cual puede añadir algún truco o mejora que le facilite el
viaje, así por ejemplo, hay quien consigue una mayor relajación después
de darse una ducha de agua caliente y acostarse sin ropa. También se puede
acomodar el lugar de reposo de forma que no se oigan ruidos, ni se vean
luces que puedan molestar.



Es aconsejable repetirnos
mentalmente que vamos a llevar a cabo el viaje astral, de manera que vaya
fluyendo sutilmente en la mente, pero sin llegar a obsesionarnos.



También es aconsejable
llevar un cuaderno o diario donde podamos ir anotando todo lo que sentimos,
incluyendo aquello que no funciona, con el fin de conocer donde está el
fallo.



Si hemos sido capaces
de llegar hasta el desdoblamiento astral, empezará una serie de experiencias
que en algunos casos puede ser confundida con la muerte.



Así por ejemplo, hay
quien afirma que al realizar las primeras experiencias de proyección astral,
se suele viajar o volar hacia el cielo, llegando incluso a llevarnos hasta
otros planetas, aunque en estos casos se manifiesta una preferencias por
lo que se conoce como “canales astrales”. La definición de dichos canales
vendría a ser como una especie de túneles, los cuales pueden ser ocuros
o poseer diferentes colores, donde absorbe al cuerpo astral, elevándolo
hasta los diferentes planos astrales y dependiendo de su forma, rectilínea
o sinuosa, permitirán una rápida ascensión o cambio de dirección hacia
otras dimensiones.



Una vez se ha traspasado
algunos de dichos canales, quienes así lo han experimentado, dicen ver
una especie de cielo de color azul, donde llegan a contactar con seres
celestiales, o incluso con personas conocidas ya fallecidas. Esta experiencia
se correspondería con lo narrado por aquellas personas que han sufrido
una E.C.M. ( Experiencia cercana a la muerte).



Una cuestión que siempre
ha preocupado a quienes deseaban tener un viaje astral, es saber si existe
algún tipo de riesgo o peligro, por el hecho de llevarlo a cabo, o si
podía ocurrir que se quedasen en el plano astral bloqueados o colgados.
Pues bien, en este sentido no hay constancia de que nadie haya sufrido
ningún percance, y si alguna vez alguien se queda en el plano astral,
será porque ha llegado la hora de su muerte, única situación en que se
rompería el “cordón de plata” que une al cuerpo astral con el físico.



La realización del
viaje astral no afecta ni perjudica el estado de las neuronas, ni altera
el equilibrio psíquico – emocional, ya que el viaje astral no posee las
cualidades de una droga, ni por tanto crea dependencia. Solo se recomienda
no realizarlo a aquellas personas que ya estuviesen afectadas por una
enfermedad psiquica o de tipo cardiovascular, por lo que representaria
percibir nuevas sensaciones que alterarían su ritmo cardiaco. Incluso
si la experiencia extra-corpórea se realizase mediante alucinógenos naturales
como el peyote o la ayahuasca, el sujeto no se vería afectado ni físicamente
ni psicólogicamente, a menos que su uso fuera incorrecto, al desconocer
el procedimiento y lo que conseguiría seria una intoxicación y dependiendo
del consumo, incluso la dependencia de la droga.



Cuando el viaje astral
es realizado de forma correcta, no tiene la menor contraindicación para
las personas sanas, ya que incluso puede servir de ayuda y corregir determinados
problemas e inconvenientes o incluso curar enfermedades.



Otro aspecto que se
presta confusión, es el relativo a los chamanes, ya que generalmente se
cree que todos los chamanes utilizan las plantas alucinógenas (hongo sagrado,
peyote, hayahuasca ), para conseguir realizar el viaje astral, o como
muchos dicen, viajar al mundo de los espíritus. Esto solo ocurre con los
chamanes de America, Naguales, Brujos, Hechiceros o los indios Jíbaros,
ya que el chamán originario de la estepa Siberiana, lugar de donde originariamente
procede la palabra Chamán, no las utiliza para realizar los viajes astrales
o viajar al mundo de los espíritus, ya que su preparación se basa en ejercicios
físicos y psíquicos (Repicar de tambores, sonidos, canticos, oraciones,
etc.), aunque en algunos casos utilizan hongos y algún extracto de alcohol.



Un tópico sobre el
viaje astral que suele suscitar interés es el que hace referencia al “
Cordón de Plata”. Lo que se viene en llamar “Cordón de Plata”, es una
conexión que genera nuestro cuerpo mental de forma inconsciente o involuntaria,
destinado a mantener en contacto y unido el cuerpo astral con el físico,
sirviendo además de control en el mantenimiento del ritmo cardiaco, mientras
dure la experiencia extra-corporal. Aunque no es imprescindible para realizar
el viaje astral, ya que siempre se vuelve al cuerpo físico (a excepción
de cuando morimos), es recomendable utilizarlo, aunque solo sea para proporcionar
cierta seguridad.



INVESTIGACIONES
SOBRE LAS EXPERIENCIAS EXTRA CORPOREAS


Uno
de los mayores expertos mundiales en el estudio de los “Viajes Astrales”
es el Dr. Waldo Viera, fundador del Instituto Internacional de Proyecciología
y Concienciología en Iguazú (Brasil), con sedes en diversos países, entre
los que se encuentra España.



El Dr. Viera inició
sus investigaciones a través de sus propias experiencias, para posteriormente
dedicar por completo su vida al estudio de los llamados viajes astrales,
llegando a manisfestar lo siguiente :



“Todo el mundo realiza viajes astrales cada noche, pero la mayoría no lo
sabe. Estadísticamente el 89% de las personas no recuerda lo que sucede
durante el sueño, que es un estado alterado de consciencia donde se pierde
un cuarto o tercio de la vida. Pero si el cuerpo necesita dormir, la conciencia
no.”

Cuando se le pregunta por lo que ocurre al producirse una experiencia extra-corporal,
el Dr. Viera responde:

“Cuando se está fuera
del cuerpo, los prejuicios y convenciones quedan atrás y se descubre que
lo realmente importante es lo que cada uno hace con su propia evolución.
Cuando uno sale fuera del cuerpo mantiene su lucidez, es consciente, incluso
a veces hay una expansión de la conciencia que nos hace más inteligentes”.



Así mismo Viera manifiesta
que el mundo astral “es la verdadera tierra natal de cada uno, de donde
procede y a donde volverá. Allí se encuentran millones de otras consciencias,
agrupadas por afinidades en miles de grupos evolutivos, y también los
evolucionólogos, seres con una conciencia más evolucionada que son los
mentores de cada grupo evolutivo”.



El Dr.Viera está convencido
de que en el mundo astral se encuentran las conciencias extra-físicas
de quienes han sido seres humanos, por lo que mientras se realiza el viaje
astral sería posible recordar vidas pasadas, “pero sin ninguna inducción,
ni hipnosis, ni sugerencia”.

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