Contacto Con Tu Ángel
Escrito por Rosario Araujo
Todos tenemos un ángel de la guarda asignado desde el día en que nacemos. Si tienes interés por conocerlo, lo puedes lograr.
Existen procedimientos y rituales para entrar en contacto con el ángelde la guarda de cada uno, sólo tienes que recordar que tu custodio es un ser celestial destinado a cumplir una misión contigo, en la Tierra, y que él es completamente diferente al “alma” que poseen los hombres. Pues cuando uno muere, es el ángel de la guarda quien acompaña a nuestra alma a dar cuenta de los actos realizados en la Tierra.
Ya desde el siglo VI, Dionisio Aeropagita, nos explica que existen jerarquías dentro de la congregación de ángeles. Nos dice que son tres jerarquías: en la primera están los Serafines, los Querubines y los Tronos, en la segunda tenemos a las Potestades, Virtudes y Poderes. Y finalmente, más cerca de nosotros, están los Principados, Arcángeles y Ángeles.
Las enseñanzas judeocristianas afirman que estas jerarquías se organizan en forma circular y concéntrica. A la primera jerarquía pertenecen los que están más cerca de Dios. Por lo tanto, sólo se podrá contactar a los ángeles de la tercera jerarquía, porque ellos son los que están relacionados directamente con la humanidad y tienen la tarea primordial de proteger a los hombres.
Los ángeles, al ser los mensajeros de Dios, constituyen nuestro contacto real con Él. Es decir: si todos tenemos cerca a nuestro ángel de la guarda, señalado por Dios para ayudarnos, es lógico que el Señor estará contento de saber que hacemos lo posible por conocerlo.
Él forma parte, entonces, de nuestra vida. Y podemos contactarlos. Pero se hace difícil porque actúan en diferente vibración a la de los seres humanos. Así que, para comunicarnos con ellos, lo único que necesitamos es coincidir con su mismo ritmo de vibración. Esto significa que, si deseas contactarlos, deberás aprender a entrar en una vibración similar a la suya. Para lograrlo deberás cumplir los siguientes pasos:
PRIMER PASO: Prepara un lugar especial.
Determina un lugar para el encuentro, un sitio lo más tranquilo posible. Puede ser tu habitación -si no la compartes con otra persona- así no corres el riesgo de que alguien entre de improviso y te interrumpa, ya sea con su presencia o haciéndote preguntas.
Debes limpiar la habitación. De todo residuo de polvo y ordenarla bien. Recuerda que los ángeles comparten la armonía del universo, donde todo está en su lugar y es agradable a la vista.
Si tienes un vaporizador que te permita utilizar aceites esenciales, úsalo durante toda la sesión. Recuerda que a los ángeles les agradan los aromas delicados y los inciensos. Eso lo demostraron con las ofrendas que hicieron los Reyes Magos a Jesús. Y muchos consideran que los reyes, en realidad, eran ángeles.
Te pueden servir las infusiones de hojas de limón o de naranja, ya que el vapor aromatizará el ambiente. Debes prender velas aromáticas porque el aroma y la luz atraen su atención y lo relacionan con llamados de auxilio o ayuda.
El lugar se debe hallar, preferentemente, en penumbra. Recuerda que los ángeles son seres celestiales y de luz, por lo tanto, en un ambiente de penumbra tú podrás notar con mayor facilidad su presencia.
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