Holocausto nuclear: La teoría del fin del mundo más verosímil
Agoreros del fin del mundo prefieren evitar el tema porque parece demasiado realista: un holocausto nuclear enfrentando a potencias como China y Rusia con USA e Israel por el programa nuclear iraní dista mucho de las profecías milenaristas o invasiones extraterrestres. Sin embargo, las señales que llegan desde Oriente Medio parecen apuntar a ese escenario.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Llegando al final del 2011, el ya mítico 2012 está a punto de comenzar con todas sus promesas y amenazas a cuestas. Millones de personas en todo el mundo se agrupan y esperan ansiosas un evento cataclísmico que cambie de una u otra manera el orden establecido.
Ya sea en forma de tsunami gigante, de super terremoto, caída de meteorito o invasión alien, múltiples sectas anuncian el fin de los tiempos expandiendo su red de creyentes a través de Internet y captando incautos explotando su miedo irracional (e histórico) al fin de los tiempos.
Vale la pena aclararlo: el calendario maya termina su cuenta en 2012, pero no significa que termine el mundo. La reiteración de ese dato, apenas mencionado por los agoreros del fin del mundo, sin dudas "rompería el encanto".
Sin embargo, a pesar de las diferentes versiones y las ventas de libros, la teoría más verosímil que podría acabar con la civilización tal como se la conoce es el holocausto nuclear y teniendo en cuenta cómo están las cosas en Medio Oriente, mantiene tanta vigencia como la tuvo durante el transcurso de la Guerra Fría que durante décadas enfrentó a USA con la ex URSS.
Dos datos hacen de la teoría del holocausto nuclear la más verosímil (por lo menos más posible que una invasión ET al estilo Hollywood): las tensiones surgidas por el programa nuclear iraní, que irrita a USA e Israel; y las tremendas consecuencias contaminantes del desastre en Fukushima, Japón, que tuvieron como precedente al incendio en Chernobyl en 1986.
Los efectos en la salud humana y en el ambiente de las emisiones radiactivas del accidente de Fukushima (Japón) tardarán al menos dos años en ser evaluadas en profundidad, afirmó en julio el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear).
Según Malcom Crick, secretario del Unscear, Fukushima es como un “Chernóbil a cámara lenta”, en el que la radiación es menor pero el periodo de emisión más largo. Recientemente se conoció el dato de que en USA el número de niños con cáncer había sido influído notoriamente por la fuga de radiación en la planta japonesa. Los efectos de la radiación de Chernobyl en Europa del Este son harto conocidos.
Y ese panorama de destrucción vía radiación resucita al ritmo creciente de las tensiones en Medio Oriente, donde USA e Israel presionan a Irán para que abandone su programa nuclear con una fuerte reacción negativa del régimen persa.
Ayer se conoció la noticia que durante ejercicios navales iraníes, un portaaviones estadounidense se acercó peligrosamente a las naves islámicas en lo que representó una clara provocación.
El problema que detectan diferentes analistas al respecto de este tema es relativamente simple: Irán tiene una fuerte sociedad con Rusia y China, dos de las 6 potencias nucleares del planeta. Irán compra armas a Rusia y vende buena parte de su petróleo a China, por lo que no podría esperarse pasividad por parte de esas dos potencias en caso de que USA e Israel (o Israel solo, como ya ha amenazado el regimen sionista) eligieran atacar a los iraníes.
Irán respondió hoy a las provocaciones estadounidenses probando el lanzamiento de misiles de largo alcance, volviendo a poner tensión a la situación con la amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz e impedir así la salida de petróleo del Golfo Pérsico.
En ese contexto, que parece revivir en Oriente Medio la crisis constante que se vivió durante décadas en el mundo durante la Guerra Fría, los agoreros del fin del mundo prefieren evitar el escenario poniendo en evidencia que resultan, cómo mínimo, parte de un aparato distractivo que señala fantasmas donde no los hay y evita exorcizar demonios donde se los ve con más claridad.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Llegando al final del 2011, el ya mítico 2012 está a punto de comenzar con todas sus promesas y amenazas a cuestas. Millones de personas en todo el mundo se agrupan y esperan ansiosas un evento cataclísmico que cambie de una u otra manera el orden establecido.
Ya sea en forma de tsunami gigante, de super terremoto, caída de meteorito o invasión alien, múltiples sectas anuncian el fin de los tiempos expandiendo su red de creyentes a través de Internet y captando incautos explotando su miedo irracional (e histórico) al fin de los tiempos.
Vale la pena aclararlo: el calendario maya termina su cuenta en 2012, pero no significa que termine el mundo. La reiteración de ese dato, apenas mencionado por los agoreros del fin del mundo, sin dudas "rompería el encanto".
Sin embargo, a pesar de las diferentes versiones y las ventas de libros, la teoría más verosímil que podría acabar con la civilización tal como se la conoce es el holocausto nuclear y teniendo en cuenta cómo están las cosas en Medio Oriente, mantiene tanta vigencia como la tuvo durante el transcurso de la Guerra Fría que durante décadas enfrentó a USA con la ex URSS.
Dos datos hacen de la teoría del holocausto nuclear la más verosímil (por lo menos más posible que una invasión ET al estilo Hollywood): las tensiones surgidas por el programa nuclear iraní, que irrita a USA e Israel; y las tremendas consecuencias contaminantes del desastre en Fukushima, Japón, que tuvieron como precedente al incendio en Chernobyl en 1986.
Los efectos en la salud humana y en el ambiente de las emisiones radiactivas del accidente de Fukushima (Japón) tardarán al menos dos años en ser evaluadas en profundidad, afirmó en julio el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear).
Según Malcom Crick, secretario del Unscear, Fukushima es como un “Chernóbil a cámara lenta”, en el que la radiación es menor pero el periodo de emisión más largo. Recientemente se conoció el dato de que en USA el número de niños con cáncer había sido influído notoriamente por la fuga de radiación en la planta japonesa. Los efectos de la radiación de Chernobyl en Europa del Este son harto conocidos.
Y ese panorama de destrucción vía radiación resucita al ritmo creciente de las tensiones en Medio Oriente, donde USA e Israel presionan a Irán para que abandone su programa nuclear con una fuerte reacción negativa del régimen persa.
Ayer se conoció la noticia que durante ejercicios navales iraníes, un portaaviones estadounidense se acercó peligrosamente a las naves islámicas en lo que representó una clara provocación.
El problema que detectan diferentes analistas al respecto de este tema es relativamente simple: Irán tiene una fuerte sociedad con Rusia y China, dos de las 6 potencias nucleares del planeta. Irán compra armas a Rusia y vende buena parte de su petróleo a China, por lo que no podría esperarse pasividad por parte de esas dos potencias en caso de que USA e Israel (o Israel solo, como ya ha amenazado el regimen sionista) eligieran atacar a los iraníes.
Irán respondió hoy a las provocaciones estadounidenses probando el lanzamiento de misiles de largo alcance, volviendo a poner tensión a la situación con la amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz e impedir así la salida de petróleo del Golfo Pérsico.
En ese contexto, que parece revivir en Oriente Medio la crisis constante que se vivió durante décadas en el mundo durante la Guerra Fría, los agoreros del fin del mundo prefieren evitar el escenario poniendo en evidencia que resultan, cómo mínimo, parte de un aparato distractivo que señala fantasmas donde no los hay y evita exorcizar demonios donde se los ve con más claridad.
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